El cine es un arte, pero dentro de él se recogen otros
muchos artes que no pasan desapercibidos.
En sus comienzos, las películas se rodaban en blanco y
negro, algunas eran mudas y otras a penas tenían banda sonora, los efectos
especiales no iban más allá de lo que unos pocos ventiladores podían hacer y el
maquillaje no era tan real como hoy en día.
Actualmente, la cinematografía ha evolucionado mucho y
concentra grandes bandas sonoras, efectos especiales que sobrepasan la realidad
y maquillajes que caracterizan a los actores según requiera la película y la
escena en concreto.
El arte del maquillaje se ha convertido en pieza fundamental
del cine. Pues, hoy día, ¿a quién le asustaría una escena de terror si el actor
no está bien caracterizado?
Por otro lado las películas de terror no son las únicas que
requieren un buen maquillaje, algunas de las películas que han arrasado todas
las carteleras como “lo imposible” no serían lo mismo sin la perfección de este
“dios” capaz de provocar numerosas sensaciones, de convertir lo joven en viejo
y lo guapo en lo feo.
El teatro también requiere de este arte para
conseguir transmitir. Un ejemplo es la representación teatral de “El rey León”,
que gracias al maquillaje y al vestuario ha convertido a sus actores en auténticos animales
recién llegados de la selva.
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