miércoles, 24 de abril de 2013

Cuerpos llenos de tatuajes. Raquel Ferrero Fernández

Me parece muy interesante hablar sobre los tatuajes, ya que pienso que  las personas que los llevan son muy valientes al ponerse en manos de expertos para hacer "arte" en sus cuerpos.

He estado buscando información sobre estos, y en 1991 se encontró una momia dentro de un glaciar de los Alpes austro-italianos con 57 tatuajes en la espalda. Esta momia es conocida como el Hombre de Hielo o como Ötzi, es el cadáver humano con piel más antiguo que se ha encontrado.

Para hacerse un tatuaje hay que pensarse muy bien si de verdad lo quieres llevar durante toda la vida, o sólo es un capricho. Mucha gente se hace los tatuajes por impulso, y luego se aburren de ellos y se los quieren quitar. Por esto, cuando vas a hacértelo, te obligan a que firmes unos papeles para que sepan que eres consciente de lo que estás haciendo.

Personalmente, a mi me gustan los tatuajes pequeños y en lugares donde no los suela ver siempre, por ejemplo, en la espalda, en la nuca, que no es lo mismo que en la muñeca, ya que si luego no te gusta, te lo tienes que ver todos los días.




Admiro a la gente que tiene el valor de tatuarse la mayoría de su cuerpo. No sólo por el dolor que pasan al hacérselo, si no, porque luego tienen que estar toda la vida con el.




De todos los que he visto, el que más me ha llamado la atención es el de un hombre que tiene tatuada hasta la cara. Me ha parecido muy impresionante y nada más verlo, me ha producido hasta dolor.



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