Ayer dando un paseo aprovechando los primeros rayos de sol, vi
algo que al igual que cada año me llamó la atención.
Primordialmente cuando llega el buen tiempo, las calles y
paseos de las ciudades se llenan de pintores, escultores y demás artistas no
reconocidos.
Sus obras muchas veces pasan desapercibido, pero incluso
algunos de los artistas más reconocidos actualmente de la historia, murieron
sin saber la importancia de sus obras.
Hoy, con la entrada del buen tiempo, quiero mencionar
principalmente a aquellas personas que al igual que un niño hace un castillo en
la arena de la playa, dedican su tiempo a realizar auténticas esculturas y
edificios de arena.
A la complejidad de darle forma a la arena se le añaden
otros factores como el viento que estos artistas son capaces de volverlos
insignificantes y mostrarnos como de cualquier cosa se pueden realizar
auténticas obras de arte.
Todas estas obras no se encuentran en ningún museo, pero
podemos disfrutar de ellos con un simple paseo por la playa.
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